Eurovisión 2016: Las canciones más prescindibles

Bosnia 001Iniciamos nueva ronda de canciones para conocer un poco más a fondo a los 43 países que compiten en Eurovisión. Si ya hemos podido ver cuáles son las peores propuestas de nueve países, hoy haremos otro gran repaso con ocho actuaciones que podremos ver este año sobre el escenario de Estocolmo, Suecia, durante los días 10, 12 y 14 de mayo. Son las ocho más prescindibles de esta edición, y en la mayoría de los casos no son canciones tan malas, pero nos resultan pesadas, ya oídas y poco innovadoras. Y, como todos sabemos, en apenas tres minutos que tiene cada país, hay que darlo todo, y rápido. Así que, sin más dilación, pasemos a ver cuáles son nuestros ocho países prescindibles de Eurovisión 2016, aquellos que consideramos que tampoco deberían estar en la gran final del sábado.

34º Albania

Una norma básica en Eurovisión es que uno no puede copiarle el título a la ganadora de 2009, que además es la que más puntos ha obtenido en la historia del Festival, y quedarse tan a gusto. Ha llovido poco desde la victoria de Noruega, y todos seguimos adorando aquel Fairytale. No ocurrirá lo mismo con la balada a medio tiempo de Eneda Tarifa (apellido muy playero). La canción se pierde en el olvido rápidamente, a pesar de que la voz de la cantante es bastante potente. El ritmo no llega a ser tan intenso como debería, y hay otras baladas que la superan en fuerza. Lo que no supera nadie es su maravilloso columpio en medio del bosque. ¡Lo queremos! Para postre, nos enfrentamos a otra cantante acusada de homófoba por comentarios contra Conchita Wurst. ¿No aprenderán nunca?

33º Grecia

Nuestra debilidad en Eurovisión, además de Suecia, Ucrania y Francia, es la gran Grecia. Pero este año no le permitimos el pase a la Final. El tema hip hop con el que prueban suerte este año tiene un pase si su canción hiciese un Finlandia 2015 y durase minuto y medio. Pero con tres minutos, el tema se hace pesado, repetitivo y poco sólido. De nada sirve ese toque tan helénico de la música, que canten en griego (media canción) o que nos muestren un videoclip tan curioso como apetecible. No nos parece suficiente, a nuestro pesar, y dejamos el Utopian land de Argo fuera.

32º Estonia

Tenemos sentimientos encontrados con Estonia este año. Porque Play nos parece una de esas baladas que uno quiere escuchar siempre, especialmente por sus estribillos tan marcados como pegadizos, que cogen fuerza y hasta sensualidad, demostrando personalidad y torrente. Pero Jüri Pootsmann no nos parece el cantante adecuado para el tema. Voz no le falta, pero es tan sumamente grave que nos resulta algo desagradable, demasiado agresiva, poco seductora. Así que, a espera del directo final, la dejamos a medio camino entre las perdedoras. Eso sí, nos encanta el toque tan intimista que quieren darle a su actuación. Suerte.

31º Bosnia & Herzegovina

Algunos nos odiarán por haber puesto a Bosnia «tan arriba», cuando es la gran Bottom de muchos eurofans. Sin embargo, la canción tiene un algo que nos encanta, y por eso dejamos este Ljubav je fuera de la gran final, pero no entre los últimos puestos. Es cierto que el cuarteto formado por Dalal, Deen, Ana Rucner y Jala se rompe en algunos momentos, especialmente cuando llega el turno del rap, pero resulta un empaste bastante acertado, que tiene hasta su gancho, especialmente al cantar en bosnio. Además, es la reincorporación de un país que dejó de participar en 2012, y que vuelve, de hecho, con un cantante que ya estuvo en 2004, y que quedó noveno. El conjunto es, cuanto menos, curioso, y habrá que verlo en directo en su Semifinal, si es que participan. Porque el grupo ha tenido serios enfrentamientos (con pelea a golpes incluida) y se plantean el retirarse del Festival. ¿Qué ocurrirá con ellos?

30º Finlandia

De origen indio, Sandhja nos presenta el movidísimo Sing it away, un tema que podría ser bastante apto para todo aquel que quiera mover el esqueleto. Sin embargo, los estribillos son tan machacones que terminan cansando, y al final no consigues querer escucharla de nuevo, porque con una sola vez has tenido suficiente. Muchos dicen que la candidatura de Finlandia es similar a la española, aunque nosotros la vemos con mucho menos gancho y motivación. Habrá que verlas frente a frente… Si Finlandia pasa a la final.

29º Bélgica

Hay veces que Bélgica parece no querer ganar Eurovisión y, otras, que lo necesita a toda cosa. Este año parece que sí van a por todas, y han escogido a una cantante de nivel como Laura Tesoro que, a pesar de su juventud, es absolutamente conocida en el país, después de haber protagonizado una serie, varios musicales, y haber logrado una segunda posición en la tercera edición de La Voz  de Flandes. La canción es bastante movida, y tiene aspiraciones, y Laura la conduce con cierta maestría, especialmente gracias a su simpática actitud y a su baile divertido. A pesar de tanto punto positivo, What’s the pressure? termina saturando ante este subidón de energía que no parece terminar nunca. Se nos hace eterna.

28º Noruega

A Noruega le ocurre lo mismo que a Bélgica, y nunca sabes con ellos si quieren concursar por hacerlo o para llevarse el triunfo a casa. Con Agnete Johnsen han cometido varios errores de base, que quizá el público no perdone. El primero y más superficial son las uñas de la cantante. Que se las corten, gracias. El segundo es corregible, que es el de presentar una escenografía casi calcada a la que lució Azerbaiyán en 2013 y que tan buen resultado le dio. El tercero, y más grave, es el de ofrecernos una canción que parece un cóctel de diferentes canciones, como si de un popurrí de los de Qué tiempo tan feliz se tratase. Con tanto en contra, a pesar de que Icebreaker no nos parece tan pésima, terminamos odiándola. Ya veremos si se clasifica o queda bottom merecido. A favor de Agnete, diremos que es una cantante de gran trayectoria en Noruega y que, además, tiene un gran single que versa sobre un joven travesti que sale del armario. De ella sabemos, a diferencia de otros, que no criticará a Conchita Wurst nunca más. Nos alegra.

27º Irlanda

Es el país que más veces ha ganado Eurovisión, y este año pretenderán sumar otra victoria más con Nicky Byrne y su Sunlight, una canción que recuerda ligeramente al Heroes de Suecia, ganador vigente, y que nos hace rememorar a estas pequeñas grandes glorias de la música europea. Porque Byrne fue futbolista, sí, y también componente del grupo Westlife, que han vendido más de 50 millones de discos en todo el mundo. Una trayectoria avalada, suficiente y envidiable, con un vocalista más que atractivo, ahora en solitario, que buscará conquistar al público más joven, más electrónico y con más ganas de terraza de verano, que es lo único para lo que sirve realmente la canción irlandesa, y que es, de hecho, la última que dejamos fuera de la Final. ¿Acertaremos?

Imágenes: Eurovision.tv

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