El eterno debate: ¿En qué se diferencian las Fallas de las Hogueras?

Hogueras ALC 004Alicante celebra esta semana sus días grandes de fiesta gracias a San Juan, y no son pocos los tópicos que afloran por tanto en estos momentos: ¿Son mejor fiesta las Fallas que las Hogueras? ¿Alicante ofrece más arte y diversión que Valencia? Es el eterno debate de propios y turistas que, cada año, invade redes sociales y miles de conversaciones, que caen en los tópicos, en eso de «lo mío es mejor y punto» y en comparaciones obvias. Así que desde You Valencia queremos contaros este manual básico para diferenciar las Fallas de Valencia y las Hogueras de Alicante, para que podáis estar más informados y sepáis que, las dos, son fiestas maravillosas.

La primera diferencia es clave: ¿Por qué se celebra cada una? Las Fallas de Valencia rinden homenaje a su patrón San José, carpintero de profesión y tienen como origen las hogueras que se hacían para celebrar el solsticio de primavera, en el que los carpinteros quemaban la borumballa y trastos viejos del taller.  Las Hogueras de Alicante se remontan a los labradores alicantinos, cuando celebraban el día más largo del año y la noche más corta, por tanto. Tras varias evoluciones, la fiesta tal y como la conocemos actualmente comienza en 1928, cuando se celebran las Hogueras en Alicante de la mano de José María Py, impulsor de la actual celebración, que buscaba dar empaque a las hogueras, «con ese mismo carácter que se ha dado a las Fallas de Valencia».

Jesús Alenda

El monumento: No es lo mismo una falla que una hoguera, y eso sabe reconocerlo todo el mundo. Ambas son puro arte plástico (de cartón piedra y madera, pero nos entendéis), realizado por artistas falleros o constructores de hogueras, durante todo un año en sus talleres. Eso sí, las fallas tienden a ser más realistas, con formas más redondas y una pintura más clásica; mientras que las hogueras son puro volumen, geometría y líneas estilizadas aunque también rococó. La pintura de las hogueras suele ser más llamativa, flúor y extravagante, más propia también de un mes de verano. Ambas contienen sátira y crítica, si bien las fallas son las que apuestan más por una caricatura y un tono más irónico o burlesco.

¿Cuándo suceden? Esta diferencia es básica, y se debe, de nuevo, al origen: las Fallas de Valencia tienen lugar en marzo, justo antes de la primavera, y tienen su día grande el 19 de marzo, día de San José. Las Hogueras de Alicante, en cambio, comienzan poco antes del verano y lo viven en sus primeros días, teniendo su fecha referente el 24 de junio, San Juan.

¿Cómo terminan? Las Fallas de Valencia suelen tener un final muy apoteósico, con diferentes castilos de fuegos artificiales en las diferentes comisiones, que preceden a la «última» cremà gobernante, la del monumento municipal. La cremà valenciana convierte las llamas en un renacer para un nuevo año pero también en un motivo de despedida, de auténtica tristeza. Los falleros tienen diferentes «ritos» para terminar su cremà, pero siempre prima un ambiente más calmado.

En Alicante, las Hogueras llegan a su fin con una Palmera Monumental lanzada desde lo alto del Castillo de Santa Bárbara, que da pistoletazo de salida a todas las cremàs y que tienen una auténtica banyà durante este proceso, en la que los bomberos refrescan y riegan de lo lindo a todos los asistentes, que terminan, necesariamente, en un ambiente muy jovial y festivo.

Representantes 000Peinado e indumentaria propios:Tan importante es saber diferenciar la fiesta y los monumentos como sus máximas representantes. En ambos casos, las fiestas coinciden en dejar a una mujer (Fallera Mayor o Bellea del Foc) como reina soberana del año. Eso sí, el peinado es muy diferente, así como las mantillas con las que acuden a actos religiosos, aunque la Bellea siempre la luce, adornada con un ramillete de azahar como tocado. También podemos encontrar diferencias en los vestidos típicos, ya que en Alicante prima el corpiño y el delantal siempre en negro, de diferentes telas, pero con ese color común.

No es lo mismo casal que barraca o racó. Y, por tanto, la fiesta tampoco es igual. En Valencia veremos muchas comisiones que hacen sus fiestas diarias y nocturnas al aire libre, otras dentro de sus casales, y muchas también dentro de sus carpas.  En Alicante, en cambio, es más frecuente ver barracas o racós especialmente adornados y cercados con vallas, donde la vida diaria llega incluso a tener catering en algunas de ellas, mientras que otras son más adadas a la autolimpieza y servicio.

Bunyol 000Comida y bebida: La diferencia radica en la temperatura. ¿Os imagináis comer bunyols con chocolate caliente en pleno junio a 30ºC? Los hay atrevidos, pero es más frecuente encontrar paradas de churros, buñuelos y otros dulces copiosos en Valencia que no en Alicante, donde el tiempo te invita más a una buena horchata, vino fresco, helados y la clásica coca amb tonyina o bacores.

Si se os ha abierto el apetito, ya sabéis: Alicante y Valencia os esperan con los brazos bien abiertos. Y listas para disfrutar de sus mejores fiestas y de todo su arte y esplendor. ¡Vivan las Fallas y vivan las Hogueras!

Imágenes: You Valencia – flickr – Wikipedia (cc)

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