Bunyol de carabassa, el mejor aliado de las Fallas

Ya no queda nada para disfrutar de las Fallas de Valencia y, mucho menos, para disfrutar con las delicias que acompañan las fiestas grandes de la ciudad como los bunyols, que ya sean de lo que sean, son el complemento perfecto para un buen chocolate, otro manjar estrella de las fiestas josefinas. Pero vayamos a centrarnos en los bunyols, esas piezas de masa frita recubiertas con azúcar y que nunca vienen mal una noche de ronda por los monumentos de la ciudad y que entran de maravilla en un resopón post verbenero y más si sale una noche fresca.

Encontramos de varios tipos, los normales o de viento, los de calabaza o, incluso los de higo seco. Quizá los más tradicionales son los de calabaza, els bunyols de carabassa, que suelen ser jugosos y sabrosos, si damos con la receta perfecta o la maestra bunyolera, o bunyolero por aquello de la paridad, que ha elaborado con destreza los ricos bunyols. Pero si somos de los que nos encanta probar de todo en la cocina y aceptamos retos ante los fogones, traemos la receta para unos buñuelos de calabaza caseros, que si damos con el quid saldrán como los de la bunyoleria de la esquina. Apuntad para lograr un buen bunyol:

INGREDIENTES:

• 1 kilo de calabaza asada o hervida
• 350-375. gr. aprox. de harina de panadería
• 45 gr. levadura
• aceite
• azúcar

Y ahora que tenemos todo localizado, es el momento de ponerse con las manos en la masa, nunca mejor dicho. Así que, empezamos por desmenuzar la pulpa de la calabaza y la ponemos dentro de un recipiente hondo hecha puré. Si está recién hervida, es aconsejable que quede tibia para poder agregar la levadura al futuro bunyol y poco a poco la harina para ir formando una masa compacta. Se retira y se deja reposar para que suba.

Una vez ha reposado, veremos que la masa tiene ojos, es decir pequeños agujeros provocados por el aire que da la levadura. Es el momento de iniciar el proceso freír. Para ello ponemos en una sartén abundante aceite y, aunque la masa es pegajosa, cogemos una buena porción que nos quepa en el centro de la mano y la apretamos para dejar que salga por el lateral del puño. Es el momento de hacer el agujero, así que deslizamos el dedo pulgar de la mano contraria y con el agujero hecho dejamos caer el bunyol en el aceite que debe estar muy caliente. Así repetimos con los bunyols que nos salgan con la masa hecha.

Cuando estén dorados y crujientes, los sacamos de la sartén y los ponemos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Remataremos la faena poniéndolos en un nuevo plato y espolvoreándolos con abundante azúcar. Y ahora, si el chocolate está preparado, podremos disfrutar de una merienda muy fallera y celebrar así San José. Bon profit i dolcíssimes Falles.

Imágenes: solerdos.blogspot.com – c.c.