2ª semifinal de Eurovisión 2017: Pocas sorpresas y mucha Bulgaria

Pocas sorpresas nos deja la segunda semifinal de Eurovisión 2017, la que ha cerrado la última ronda clasificatoria para conocer a los 26 países que competirán por ganar el Festival este año. Si el martes tuvimos la suerte de acertar a ocho de los aspirantes, este jueves hemos repetido y mejorado resultado. Porque también hemos acertado a ocho… Los ocho que teníamos más altos. Así pues, desde You Valencia podemos afirmar que ésta será una final soñada, con un gran número de países que realmente nos gustan y optan al premio. Ahora ya, la suerte está echada. Y solo falta ver cuál de los 26 gana Eurovisión 2017, en una final reñida, con estilos diferentes y mucho talento, eso no cabe duda. ¿Cómo son los nuevos finalistas? ¿Y qué países se han quedado fuera de la cita del sábado 13 de mayo?

Pocas sorpresas ha habido, en realidad, entre los eliminados. Los temas medio electrónicos medio divas discotequeras de Serbia, Macedonia y Lituania no han conseguido clasificarse en esta semifinal. Y eran muchos sus fans, pero las casas de apuestas ya auguraban un mal resultado para estos tres países, con propuestas algo similares y que no han sabido explotar en directo. Tampoco ayudó mucho a Suiza su escenografía, tan edulcorada y poco llamativa, con demasiados tonos en pastel y poco gancho, para un tema que partía como favorito de muchos eurofans. El Apollo no volverá a sonar. Y tampoco lo hará el Verona, porque el dúo de Estonia también se ha caído de la final, a pesar de ser otra apuesta casi segura para muchos en esta segunda semifinal.

La pareja ha hecho un directo bastante mejorable, y con poca conexión entre ellos, lo que ha llevado a su eliminación relativamente merecida. No ha ocurrido igual con el dúo de San Marino. Valentina Monetta volvía a Eurovisión por cuarta vez, y no lo hacía sola. Su compenetración con Jimmie Wilson ha sido total, pero su tema, tan de festival de fin de curso de película Disney no ha captado la atención suficiente, y ya están fuera. Lo mismo que Malta e Irlanda, con dos grandes baladas, pero que a la hora de la verdad, no han lucido para el público, a quien no han logrado seducir. Eran temas sencillos, con eficacia y poder, pero no han logrado pasar una criba que este jueves de semifinal era especialmente difícil.

Había temas contundentes, y sin duda el más solvente parece el de Bulgaria. Es el tercero en discordia para ganar Eurovisión 2017, junto a Italia y Portugal. El joven Kristian Kostov canta a las mil maravillas una balada intensa, vibrante y con garra, además de que le rodea una escenografía mágica y cuidada al detalle. Podría dar la sorpresa este país que ya lleva algunos años yendo a por todas. No se lo pondrán fácil propuestas como las de Países Bajos, Dinamarca o Croacia. Este trío lleva también baladas, de esas que emocionan, en el caso de Países Bajos, con un juego de voces a tres de impresión, y una letra muy sentida. Croacia es un derroche de voz, con notas de ópera, de su solista. Y Dinamarca lo entrega todo con agudos infinitos, y hasta 50 segundos de pirotecnia. Aquí hay nivel.

También lo hay en temas más movidos. La propuesta de Noruega es actual y vanguardista, con momentos muy tecno y aptos para cualquier fiesta. La de Bielorrusia es más bien la típica gamberrada, pero que suena bien. El dúo se desvive en gritos, bailes y una armonía divertida y desenfadada. Podrían dar también la sorpresa. Además, es la primera vez que Bielorrusia canta en su lengua oficial. Sin duda la sorpresa ya la ha dado Hungría, una propuesta llena de folclore gracias a su intérprete, el primer gitano que representa a su país, y cantando en húngaro toda la canción. Atraerá miradas.

También las atrae el de Israel, porque Imri es uno de los rostros más atractivos y con más carisma de este año. Ya ha estado en la final otras dos veces, los dos años anteriores, de hecho. Eso sí, como corista del cantante de su país. Este año viene solo, y ha repetido hazaña. Ahora falta que supere los resultados anteriores, y que logre hacer bailar a todo el mundo con su gran canción. Lo mismo intentará el dúo de Rumanía, que a golpe de tirolés han conseguido levantar a Europa de sus asientos. Hay mucho ritmo en su propuesta, con estribillos pegadizos y nada fáciles de cantar. Austria se ha clasificado última (con orden aleatorio, eso sí) y todos hemos sufrido un poco por esta propuesta. Sencilla, pero llamativa, con aspiraciones y un medio tiempo tan positivo como buenrollista. Se merecía la final.

Ahora falta por ver en qué orden actúan y cómo suman los puntos los 42 países que este año han concursado en el Festival. Hagan juego, porque hay opciones para todos los gustos. Y nada está decidido. Suerte a todos.

Imágenes: Eurovision.tv

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