Analizamos la ‘red carpet’ de los Globos de Oro 2016

Las alfombras rojas son el mejor momento para descubrir nuevas tendencias en moda, pero también el peor trago para algún diseñador y modelo ocasional, porque hay estilismos que todos preferiríamos que se hubieran quedado en casa, guardados en un armario, dentro de una caja fuerte, y a cuatrocientos metros de profundidad en el Triángulo de las Bermudas. La gala de los Globos de Oro ha vuelto a demostrar, un año más, que hay estilo en las estrellas, y que las hay que saben arriesgar y ganar. Se acabaron las red carpet llenas de dorados, negros y rojos. Bienvenidos sean los nuevos colores y formas. Anoche hubo para todos los gustos, incluidos ellos. Los comentamos.

Cuando una gala se celebra de noche y en pleno mes de enero, los escotes y transparencias están permitidos y más que justificados, siempre y cuando no sean tan exagerados (o escasos) que parezcan vestidos de verano de un gran bazar asiático incrustado en un polígono industrial. Porque el resultado es el que deslució Rosie Huntington. A la modelo el vestido le quedaba bastante mal, y no realzaba en absoluto su figura. Idéntica situación vivimos con el Alexander McQueen de Rooney Mara y con el Michael Kors de Kate Hudson. Cuando decimos que menos es más no nos referimos, en absoluto, a esto. Especialmente por sus pobres tonos maquillaje. Una pena estas tres opciones para una red carpet tan comentada siempre.

En el lado contrario de la balanza tenemos a Emilia Clarke. La estupenda actriz de Juego de Tronos se ha metido muy de lleno en su papel, y eclipsó a todos con esta maravilla de Maison Valentino en la red carpet. Osada, elegante y con poder, acaparó todos los aplausos de la noche. Otro atrevimiento, también favorecedor, fue el de Georges Hobeika que lució Eva Longoria. La actriz apareció fresca, con aires latinos, un toque folclórico pero muy sensual y elegante. Nada común, logró diferenciarse y triunfar. Brava. Incluiríamos en esta lista de arriesgadas a Jane Fonda, con un vestido que le acentuaba la silueta y unas tejas para coronarlo que algunos consideraron demasiado cupcake, pero que a nosotros nos encanta. Made in Saint Laurent, la actriz supo lucirlo con gracia.

Volvemos a la tabla baja de la alfombra roja con Olivia Palermo. Su DelPozo no nos gustó nada, especialmente por lo poco apropiado para una noche así. Demasiado color, forma y un talle muy corto, parecía que se iba de compras con amigas. En idéntica situación nos encontramos cuando vimos a Jamie Alexander. Ni toda su belleza ni sus maravillosos pendientes pudieron separarnos la vista de su estrambótico estampado, que nunca lograremos entender. Aunque si hay algo que no podemos entender, eso es el lazo y pronunciado escote de Patricia Arquette que, seguramente, solo gustó a ella misma. Demasiado vulgar, potenciaba demasiado un pecho desmedido que la actriz siempre se empeña en mostrarnos. Innecesario.

Pasamos a los hombres, para destacar únicamente tres grandes estilismos masculinos. Los Globos de Oro dejaron patente que la pajarita es el nuevo aliado de todo gentleman y que el negro es, de nuevo, el color que marca la tendencia en las red carpet. Impecables aparecieron Michael Fassbender y Leonardo DiCaprio, con un traje bien medido, de corte más estrecho el primero y más clásico el segundo, haciendo gala de buena sastrería detrás. Aunque la medalla de oro fue, naturalmente, para Eddie Redmayne, que volvió a llevar el toque diferente, con una americana llamativa pero sin cargar. Perfecto casi siempre, el actor de moda no defraudó.

La que sí nos defraudó fue Katy Perry. No es que tengamos nunca demasiadas aspiraciones con ella, porque sabemos cómo viste, pero no nos esperábamos un Prada tan feo, porque no hay otra palabra para describirlo. Carente de caída, de un buen escote, de un color bonito o una silueta agraciada, nos pareció uno de los estilismos más detestables, especialmente por el peinado con el que lo completó la cantante. También nos falló Cate Blanchett. Sinónimo de sofisticación y sobriedad, anoche cayó en lo antiguo, en un estilo que pecaba de añejo, y que no le favorecía excesivamente. Givenchy nos mostró un gran patrón, pero al que le faltó darle unas vueltas. Lo mismo nos ocurrió con Jennifer Lopez. Sí, iba más tapada de lo habitual con este Giambattista Valli para esta red carpet, pero su marcado color mostaza y la raja tan acentuada nos parecieron algo demodés. Eso sí, la artista se supera a sí misma. Para bien.

Entramos en el Top para recibir a Natalia Dormer. La actriz siempre sabe cómo lucirse y esta vez arriesgó con un peinado descuidado y un vestido excesivamente simétrico pero muy interesante, con el que resultaba sexy pero elegante, muy jovial. También nos encantó Amy Adams. Combinada al cien por cien, la actriz supo marcar tendencia con un naranja fuerte que potenciaba el color de su cabello y con una cintura bien llena de brillates, poniendo un toque de atención a su sensual cadera. Interesantísima. Lady Gaga completa este trío de lujo con un Versace de terciopelo negro y silueta muy gótica, que marcaba escote, caderas y que sentaba de maravilla a la cantante reconvertida -y con premio- en actriz. Su peluquería, y todo el estilismo en general, nos recordó a la gran Marilyn Monroe. Excelencia.

Aunque, para You Valencia, el estilismo ganador fue el de Jennifer Lawrence, que acudió perfecta a la cita y que, además, arrasó con su tercer Globo de Oro. Dior firma este vestido que simula un dos piezas y que, con corte palabra de honor, realza toda la figura perfecta de la actriz. Recto pero con volumen, con pedrería al cuello y las joyas justas en las manos, Jennifer Lawrence fue la más radiante de la noche, con un peinado favorecedor, que realzaba el rostro bellísimo de la protagonista de la noche, que maravilló a todos por su elegancia y modernidad combinados con gusto exquisito en esta red carpet. Sencillamente perfecta.

Imágenes: (cc)