Cómo acertar con tu corbata en cualquier ocasión

Tras conocer las mejores opciones para elegir nuestra corbata, que ya os presentamos anteriormente, aquí os explicamos cuales son las posibilidades a la hora de anudarla. Tan importante como elegir una corbata es saber hacer el nudo de corbata. Así que coge tu corbata, pásatela por el cuello y empieza a practicar. Antes que nada debemos diferenciar diferentes modalidades que nos encontramos, porque si diferentes diseños y tipos de corbatas hay, diferentes nudos podemos hacer:

Simple, así de sencillo: es el más usado, por eso mismo, por ser fácil de anudar. Primero deberemos cruzar la parte ancha sobre la parte estrecha. Seguidamente se desliza la parte ancha por debajo de la parte estrecha y doblamos la parte ancha por encima de la parte estrecha. Tras esto, pasamos la parte ancha por arriba detrás de la corbata colocando su dedo índice sobre el nudo que se está formando. Retirar el dedo y deslizar la parte ancha en el interior del nudo. Acabamos manteniendo la parte estrecha con un mano y con la otra tiramos de la parte ancha y cerramos así el nudo.

Doble. Tranquilidad, paso a paso: El secreto para este nudo es colocar las dos partes de la corbata de forma asimétrica, dejando la parte ancha un poco más larga que la estrecha. Una vez hecho, rodeamos con la parte ancha la parte estrecha y repetimos la operación una vez más. Es decir, rodear dos veces la parte estrecha. Pasar una segunda vez la parte ancha entorno de la parte estrecha. Ojo, que se complica. Con las dos vueltas, pasamos por atrás la parte ancha y la subimos introduciéndola por el segundo doblez que hemos conseguido. Después ajustamos el nudo al cuello y ya tendremos nuestra corbata anudada.

Windsor, estilo british para nuestro nudo: muy popular en Reino Unido, como no, es muy abultado, por lo que es mejor usarlo en cuellos anchos. Volvemos a dejar la parte ancha más larga y comenzamos cruzándola sobre la estrecha. Mantenemos el cruce e intentamos hacer una hebilla subiendo la parte ancha bajo la corbata y doblándolo. Repetimos la operación pero a la inversa. Tras esto, pasamos la parte ancha de forma horizontal y la tras subirla, la introducimos en la presilla que queda hecha. Estiramos la parte ancha y así ajustamos el nudo. Existe una versión reducida de este estilo, el Medio Windsor, que tiene el mismo mecanismo, pero sólo pasando la ancha una vez sobre la estrecha.

Pequeño, pero no menos importante: este nudo, al ser algo más reducido, está indicado para corbatas gruesas y a los cuellos ajustados, aunque lo debemos evitar en cuellos largos y amplios. Su manera de realizar empieza situando la corbata al derecho, pero con la parte ancha retorcida 180º. Hecho esto, colocaremos la parte ancha por debajo de la estrecha y pasamos una por encima de la otra. Pasamos la parte ancha por detrás y por arriba y la deslizamos por la presilla que queda hecha. Estiramos y así ajustamos el nudo.

Y acabamos con el nudo para aquellos que son más de pajarita. Así que, tomad nota para aquellos que se visten de esmoquin o preferido el toque más dandi: colocamos una de las partes de la pajarita más larga que la otra y cruzamos la larga sobre la corta, para luego deslizarla hacia arriba por debajo del otro extremo. Con la parte más corta formamos dos alas, plegándola de manera horizontal. Así, es momento de pasar la parte larga por delante del nudo que formamos y la escondemos sobre la parte doblada. Para acabar, ajustamos las dos alas para formar el lazo.

Y así, es como podemos anudar nuestras corbatas. Parece algo difícil, pero todo es cuestión de práctica. Así que ya sabéis, coged vuestra corbata y cara al espejo durante toda una mañana.

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