Los ninots indultats, esas escenas que cada año se salvan del fuego. Uno de entre las fallas mayores, y otro de entre las infantiles, que consiguen salvarse del fuego purificador y, a la vez metafórico, de las Fallas de Valencia. Podemos remontarnos a principios de siglo XX, y encontraremos figuras indultadas en distintas comisiones, como en el año 1914, por parte de la Falla Plaza del Molino de Na Robella (actual Plaza de Brujas). Entonces, la falla tenía plantado un busco dedicado al compositor alemán Richard Wagner. Podría decirse, según expertos al respecto, que es el primero de cuantos ninots indultats se hayan salvado de la cremà.
Y, del hecho, al dicho. De manera oficial, en 1934 se propuso indultar algunos ninots en el programa oficial de fiestas del Ayuntamiento. Ya había habido un precedente justo en el año anterior, y el propio Ayuntamiento de Valencia había abierto un concurso de ideas para «crear nuevos actos» en la semana fallera. Fue el artista fallero Regino Más, que también ostenta el máximo de primeros premios en la Sección Especial, el que propuso llevar a cabo este «concurso» de ninots indultats. Y su propuesta fue toda una realidad, con la primera Exposición del Ninot, que se inauguró en los sótanos del Mercado Central. Solo tres días estuvieron expuestos los ninots (uno por cada falla), pero se llegaron a contabilizar, según fuentes falleras, más de 20.000 votos.
Podría decirse que fue un éxito rotundo, que además ganó el artista Vicente Benedito para la Falla Plaza del Mercado Central, por una escena con abuela y nieta, algo que, desde luego, no puede sorprender al público valenciano. Un clásico que perdura en el tiempo, y que representa nostalgia, familia y costumbrismo. Este primer ninot indultat oficial fue trasladado hasta el Palacio de la Exposición, al precursor del Museo Fallero, el «Museo del Folklore». Y sí, decimos el ninot y no los ninots porque no fue hasta el año 1963 cuando se salvó del fuego la primera escena infantil. En este caso, una escena del cuento Pinocho, de la Falla San Vicente – Falangista Esteve (actual San Vicente – Periodista Azzati) y obra de Josep Fabra.
En los últimos años, la polémica entre ninots más costumbristas y otros con diseño más vanguardista, creativo o arriesgado se ha servido en redes sociales, ganando casi siempre la batalla los del primer grupo. Manuel Algarra está siendo el rey en indultats mayores, aunque su sombra, con caricaturas como la de Pedro Simarro o diseños con expresiones perfectas como las de David Sánchez Llongo este 2019 han creado escuela. La duda vendrá en unos pocos años. ¿Será el Museo Fallero suficiente para albergar todos los ninots que aún faltan por seguir indultándose…?
Imágenes: Fallas.com