Postureo, hummus, porro o mariposear ya están en el Diccionario

Este 2017 pasará a la historia por muchos acontecimientos, por diferentes personalidades, por algunas noticias claves y, también, porque la Real Academia Española (RAE) ha actualizado su Diccionario de la Lengua Española (DLE) para la que será su 23ª edición, y lo hace con 3.345 modificaciones, que recogen adiciones, enmiendas y supresiones. Términos que, para no variar, han supuesto un gran revuelo en redes sociales y, después, en cualquier conversación que se precie. El director de la RAE, Darío Villanueva, y la académica directora del Diccionario, Paz Battaner, han ofrecido en rueda de prensa a los medios de comunicación la versión en línea de la vigesimotercera edición del DLE.

Han sido 3.345 modificaciones en total con respecto a la última edición, publicada en octubre de 2014. Estas novedades se han realizado en el diccionario en línea, disponible gratuitamente para su consulta en este mismo enlace. Una versión en línea, como ha recordado el director, que recibió en 2016 más de seiscientos millones de consultas y que, a final de este año, «esperamos superar ampliamente esta cifra acercándonos, incluso, a los mil millones». Esta actualización -que recoge las modificaciones aprobadas por todas las academias hasta diciembre de 2017- tendrá la consideración de versión electrónica 23.1.

La edición existente hasta este momento (20 de diciembre de 2017) seguirá estando disponible en la página web de la RAE. El proceso de actualización del DLE implica la identificación de nuevas palabras o nuevos significados y la revisión de las palabras que ya figuraban en él. Esta se realiza agrupando las voces según diversos criterios, como son, entre otros, el área temática a la que pertenecen (palabras de la música, palabras de la química…), sus características gramaticales (sustantivos, conjunciones, adjetivos invariables…), su procedencia (etimologías y extranjerismos) o el área geográfica en la que se documentan.

A continuación, Battaner ha mencionado algunas adiciones de nuevos artículos —como aporofobia, chakra, hummus, posverdad, postureo o vallenato—; adiciones de acepciones —por ejemplo, en hacker se ha añadido una segunda acepción: ‘persona experta en el manejo de computadoras, que se ocupa de la seguridad de los sistemas y de desarrollar técnicas de mejora’—; supresión de artículos o acepciones ya existentes, o la enmienda total o parcial de algunos artículos, como es el caso de sexo.

Durante la rueda de prensa, el director de la RAE ha aprovechado para recordar que si bien «la Academia no está cerrada a la incorporación de extranjerismos, sí nos preocupa la reiteración excesiva del uso de palabras en inglés sin que sea necesario». Si en 1713, en el año fundacional de la corporación, los primeros académicos se enfrentaron a un problema similar con los galicismos, actualmente se da, de forma más intensa, con el inglés.

A continuación, Darío Villanueva ha ofrecido varios ejemplos del uso innecesario de anglicismos, por tener un equivalente en español: black fridaytake awaysave the datedress codeprime timestreamingproduct managercommunity manager, etcétera. Puedes consultar todas las palabras y modificaciones en el siguiente enlace (haz clic aquí).

Imágenes: (cc)

Comenta la noticia

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Start typing and press Enter to search