Leyendas de Valencia (III): hechos e historia negra de la ciudad

Retomamos las leyendas y los asuntos más ocultos del Cap i Casal, porque son temas que enganchan ya que siempre despierta curiosidad eso de conocer los entresijos de la tradición y la lyenda de nuestra ciudad. Y no es para menos, porque parte de ello es lo que conforma nuestra historia como metrópoli y marca, de una manera u otra, la vida de los que habitamos Valencia.

Empecemos, pues, a repasar estas leyendas e historias insólitas valenciana, que hoy nos llevará a buscar un tesoro escondido, un nuevo rayo de sol a través de una ventana, tradición religiosa y nuestros llamativos crímenes.

DINERO EN EL CABALLO DE JAUME I

Todos los años, a iniciativa de Lo Rat Penat y secundado por el Ayuntamiento y la sociedad civil, los valencianos rendimos homenaje a la estatua ecuestre del Conquistador en el día que hizo efectiva la creación del Reino de Valencia, el 9 d’Octubre. Este homenaje se lleva a cabo en el Parterre, en la plaza de Alfonso el Magnánimo.

El monumento fue promovido por el periódico Las Provincias y fue sufragado por suscripción popular. De esta forma, Valencia tendría una estatua con la que rendir homenaje a su Rey más querido. La estatua se inauguró en 1891, obra de Agapito Villamitjana, quien tiró mano del caballo de un militar para esculpir el corcel del Conquistador. El militar, agradecido y lleno de orgullo quiso que el interior del caballo guardara un recuerdo suyo y su animal, por lo que decidió meter dentro de la escultura su gorro de militar. Lo malo del asunto, fue que el pobre hombre se dio cuenta que dentro del gorro estaban escondidos los ahorros de toda su vida, por lo que también quedaron encerrados en la escultura. Así que, de ser cierto, el caballo del Rey Jaume I en el Parterre, guarda un tesoro… ¿Alguien se animará a buscarlo?

UN RAYO DE SOL PARA LA REINA

Quizá esta sea de las leyendas más románticas de la ciudad. En el antiguo Camino de Barcelona, lindando con Tavernes Blanques, se alza majestuoso el Monasterio de San Miguel de los Reyes, una obra impulsada y muy cuidada por los virreyes de Valencia Fernando de Aragón, Duque de Calabria, y Doña Germana de Foix. No en vano, la reina fundó la congregación y el monasterio de la Orden de San Jerónimo.

El deseo de los reyes era que al morir fueran enterrados juntos en un monasterio jerónimo, por lo que el rey mandó trasladar a una congregación de Valladolid hasta Valencia para poder funda San Miguel de los Reyes. Doña Germana murió antes de ver acabada la obra, por lo que tuvo que ser enterrada en otro monasterio valenciano, pero al finalizar, Fernando de Aragón trasladó finalmente sus restos hasta San Miguel.

Los arquitectos quisieron rendir homenaje a su valedora, por lo que proyectaron una ventana en la fachada, alineada con el sol, para que cada día de San Miguel, 29 de septiembre, de 09:30 a 10:00 horas, un rayo de luz entre por la venta y marque el lugar de la cripta donde descansa Doña Germana de Foix. Queda algo más de un mes para esa festividad, por lo que recomendamos asistir a este fenómeno, porque guarda el misterio de otros tiempos y marca la maestría de los arquitectos de la época.

OBRA DIVINA

Hablamos de la querida patrona de Valencia, la Mare de Déu dels Desamparats, porque aunque la historia nos cuente que su imagen estaba hecha para ir sobre los ferétros de ajusticiados y huérfanos asistidos por la Cofradía de Santa María dels Innocents i Folls, de ahí su aspecto de jorobada, la querida imagen tiene una historia que se enmarca en las leyendas místicas.

Cuenta la leyenda, que la cofradía necesitaba de una imagen que representara la advocación de la Virgen que le daba nombre. Así que, comenzaron la búsqueda de esa imagen. Un día, cuatro peregrinos llegaron al hospital que regentaba la Cofradía y establecido a expensas del padre Joan Gilabert Jofré. El hermano mayor de la cofradía, les atendió gustosamente y les ofreció cobijo, a cambio los peregrinos se ofrecieron a realizar un imagen de la virgen. Sólo pidieron que en dos días no se les molestara y que se les dejara trabajar.

Así fue. Los peregrinos se instalaron en lo que actualmente es la capilla del Capitulet, al lado del antiguo hospital y allí trabajaron a puerta cerrada y ajenos al resto. Tras pasar cuatro días y ver que no había señal dentro de la capilla, los cofrades forzaron la puerta y al abrir se encontraron la imagen de la Virgen, mientras que de los peregrinos no había ni rastro. Al poco tiempo, la esposa de un cofrade sanó milagrosamente de su ceguera y pudo volver a andar tras acercase a la imagen. Este hecho se tomo como que la imagen la habían hecho cuatro ángeles.

ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO UNO

Y de las leyendas a la hisroria negra. Nos situamos en 1984, cuando la opinión pública se sobresaltó con la llamada Matanza de la Carretera de Moncada. Aquí es donde aparece uno de los criminales que se tildó como Enemigo Público Numero Uno, Luis Martínez Larios.

Todo tuvo lugar el 17 de enero de 1984, cuando Luis y su hermano Andrés conducían una furgoneta robada repleta de armas, que pensaban esconder en un chalet propiedad de Andrés. En la carretera Burjassot-Betera, en el kilómetro 5,400, les sorprendió un control de la Guradía Civil, por lo que alterados por el hecho, decidieron abrir fuego por sorpresa contra los agentes, matando a dos e hiriendo de muerte a un tercero, que pudo repeler el ataque y acertó en Andrés, a quien hirió en la femoral. Luis decidió llevar a su hermano hasta su domicilio donde murió.

Al no deshacerse del cadáver y mantenerlo en su casa, la policía descubrió el cuerpo, por lo que no cabían más dudas, eran los autores de la matanza. Pero lo destacable es, que Luis Martínez Larios no aparecía en los archivos policiales y no constaba sobre ninguna denuncia, ya que no era un criminal convencional y actuaba alejado del crimen organizado o las drogas, por lo que resultaba más atrayente el caso. Según se relata, pudo ser la denuncia formulada por un extraño personaje que abandonó Valencia inmediatamente después de realizarla y acusado como encubridor, lo que llevó a la policía a encontrar el cuerpo de Andrés y dar con el Manchego Misterioso, apodo con el que bautizó a Luis Martínez Larios la prensa local.

Imágenes: You Valencia, exposición “Calles Negras” de José Aleixandre y Wikipedia (c.c.)

1 Comment

  • Noelia
    4 años ago Reply

    Super interesante el aporte!!!

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