Leyendas de Valencia (II): el mercado, la finca maldita y una historia triste

Si con la entrega pasada os quedasteis con ganas de saber más de la Valencia oculta y, por decirlo de alguna manera, criminal, aquí os dejamos un nuevo capítulo.

Son historias que han pasado de boca en boca, convirtiéndose en las leyendas o tradiciones orales que toda colectividad puede tener. En esta ocasión, nos acercaremos a las inmediaciones del Mercado Central, porque allí transcurren dos de nuestras leyendas. Comencemos.

UN COCODRILO EN EL MERCADO

historia02Empezaremos por el gran foro del comercio y el edén de todo buen gourmet. El Mercado Central, desde su construcción en 1914, no ha dejado de tener historias. No es para menos. En un ir y venir de comerciantes, compradores y abastecedores dan para mucho. El caso es, que a la hora de cerrar, algunos vendedores que quedaban arreglando sus paradas, escuchaban ruidos y rugidos que provenían de los sótanos del mercado. Nadie se atrevía a investigar qué podría producir aquellos misteriosos ruidos, pero lo bien cierto es que la cultura popular empezó a comentar que allí abajo habitaba un cocodrilo y que lo tenían encerrado allí. Incluso hay quien lo llegó a ver. La verdad es que nunca hubo codrido alguno, a no ser que fuera algunos de los ninots de la exposición que durante años se instaló en los sótanos del Mercado Central.

EL PARDAL DE SANT JOAN

historia01Y si por algo es conocido el Mercado Central, es por su Cotorra. La simpática veleta, que comparte protagonismo en la plaza del Mercado con otra veleta instalada no lejos de allí y que ocupa nuestra leyenda siguiente. Hablamos del Pardal de Sant Joan, la aguja que marca la dirección del viento y que, con forma de ave, sostiene una bola dorada en su pico. Pues bien, sobre el pájaro de los Santos Juanes se han contado muchas historias e incluso ha sido objeto de chiste en la comedia musical valenciana “La Cotorra del Mercat”.

En cuanto a su leyenda, se dice que en las épocas de pobreza de antaño, muchos campesinos venidos del interior, bajaban a Valencia en busca de la prosperidad. Muchos venían con sus hijos menores, para intentar encontrar trabajo y así ser dos los que llevaran dinero a casa. A menudo, no lo conseguían y los padres, para liberar a los hijos de la situación de pobreza les decían: “¿Ves aquella bola de oro macizo que el pájaro de la veleta sosteniene con su pico? Pues mÍrala fijamente, porque en un momento dado la dejará caer y que la coja se podrá quedar con ella y será muy rico. Espera aquí, mientras yo hago compras en el mercado”. Dicho esto, mientras el pequeño miraba ensimismado, el padre se escabullía entre las paradas del antiguo mercado y desaparecía. El ingenuo niño se quedaba horas y horas mirando la bola y nunca caía, hasta que lleno de desesperación comenzaba a llorar y a correr entre las paradas buscando a su padre. Los comerciante estaban acostumbrados a ver aquella triste escena, por lo que no era raro que alguno de esos niños acabara en casa de alguno de ellos o en alguna familia acomodada que se apiadaba del niño.

Es triste esta historia, pero sin duda, el chiste de la revista “La Cotorra del Mercat” hará que se suavice. Resulta que en uno de los momentos de la citada comedia, dos de los personajes masculinos, uno más listo que el otro, están hablando. El más sabio le dice al segundo, “puja dalt del Tros Alt i voràs lo que li penja al Pardal de Sant Joan”. El otro, ingenuo él, hace lo propio y comenta que no ve nada. Así que, el otro en tono de burla, le responde: “Pero ¿com que no veus lo que li penja al pardal? ¡¡¡¡¡Puix la Bolseria!!!!!” (nótese el juego de palabras, ya que además de la calle que continua a la plaza del Tossal, también hace referencia a lo que podría colgar al pájaro de los Santos Juanes si fuera macho).

LA FINCA MALDITA DE TRES FORQUES

historia03Y llegamos al momento de la crónica negra de nuestra ciudad, que no es poca. En esta ocasión hablamos de maldiciones, porque si hay un inmueble en la ciudad que está maldito es el número 1 de la calle Tres Forques de Valencia. Se trata de un edificio construído en 1957, ha visto en sus viviendas hasta nueve muertes en extrañas circunstancias. Desde 1968 hasta este mismo año se han descubierto los cadávares de diferentes habitantes de la finca, que cuentan, en la mayoría de los casos, de muertes sin explicación. La más llamativa, la muerte de la vedette Gracia Imperio y su ex novio, que aparecieron muertos con las espitas de gas abiertas. La policía no descarto las hipótesis de suicidio, accidente o incluso asesinato y cerraron el caso sin poder arrojar más luz sobre las causas.

Tras este primer encontronazo con la muerte, el número 1 de Tres Forques ha visto morir hasta siete personas más por diversas causas, caídas por accidente, suicidios, sobre dosis de drogas… Lo que más llama la atención, el magnetismo que puede tener este inmueble con la muerte.

Y estas son algunas historias más de nuestra ciudad, que iremos desgranando durante este mes. Aún podemos contar más historias negras, de fantasmas o leyendas populares, porque el carácter valenciano ha hecho que estos relatos sean tan atractivos como históricos.

Imágenes: You Valencia

Comenta la noticia

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Start typing and press Enter to search