Don Juan, panellets y feria para Todos los Santos
Celebramos el Día de Todos los Santos, que no de los muertos ya que para eso ya tenemos el día 2 que celebramos el día de los Fieles Difuntos. Aún así, el día 1 de noviembre no está exenta de tradiciones más allá de visitar el cementerio. Por ejemplo, la gastronomía se une a la festividad e, incluso, ferias tradicionales y, por supuesto, la tradicional representación de la gran obra de Zorrillo, ‘Don Juan Tenorio’.
Vayamos por partes. Lo primero es comentar que además de las fiestas de Halloween, importadas e impuestas en nuestra tradición, nuestro país es capaz de celebrar el Día de Todos los Santos de formas variadas según la zona del país. Pero en todo él, el Don Juan Tenorio no falta. Y se suele representar durante los días cercanos y el propio de Todos los Santos porque la escena más famosa de la obra transcurre en el cementerio, cuando Don Juan se encuentra ante los panteones donde reposan el Comendador y Don Luis, su rival y con quien apuesta que enamorará a una novicia. Además, en él también yace Doña Inés que ha muerto de pena por no poder casarse con Don Juan. En esta escena, las estatuas de cada uno de los personajes cobran vida, haciendo que los muertos se aparezcan al galán. De ahí que la representación adquiriera la moda de ser representada el 1 de noviembre, moda que compartimos con México, aunque parece ser que allí está en desuso.
En cuanto a la astronomía, podemos decir que es el tiempo en el que las castañas salen a la calle, aunque por nuestras tierras cobran más protagonismo los huesos de santo, los panellets y los buñuelos de viento. Así que si quieres endulzarte el Día de Todos los Santos, puedes encontrar en las pastelerías estas delicias de repostería tradicional realizadas con mazapán. Los huesos de santo, también comidos en Navidad, recuerdan a tibias de las personas que ya no están, que junto a los buñuelos de viento rememoran relicarios. En cuanto a los panellets, eran las piezas bendecidas después de la celebración de Todos los Santos, aunque ahora se han convertido más en un postre.
Y finalizamos el repaso de las tradiciones de Todos los Santos, con la Fira de Tots Sants de Cocentaina, una cita anual a la que no falta nadie de las tierras del Comtat o incluso de toda la Comunitat Valenciana. Esta celebración fue instaurada por privilegio de Jaume I en 1346, cuando el monarca concedió a los contestanos la potestad de reunirse anualmente en torno al 1 de noviembre para celebrar una feria en la que el ganado, productos de la huerta y material para la labranza se pudieran vender. De aquella primitiva a la actual Fira de Tots Sants ha variado sustancialmente, aunque el apartado dedicad a la maquinaría agrícola rememora los origenes del certamen.
Como hemos visto, no hace falta Halloween para celebrar Todos los Santos. Seguro que existen más tradiciones sobre esta fecha en toda la Comunitat, aunque desinhibirse disfrazado de monstruo, bruja, vampiro o zombi siempre viene viene, aunque sea una noche al año.
Imágenes: (c.c.)
