La lluvia y las primeras olas de frío se han dejado ver al fin esta segunda quincena de enero, después de un principio de mes y de año en el que el invierno parecía acariciarnos solo durante la noche y la madrugada, pero que al llegar el mediodía, las temperaturas ascendían con cierta facilidad a los 20ºC en Valencia. Y si todos nosotros intentamos sobrellevar las bajas temperaturas como podemos, los animales son, evidentemente, los más vulnerables en esta época del año. Bien lo saben los cuidadores y veterinarios de Bioparc Valencia, que toman toda clase de medidas extraordinarias para que los animales de esta enorme sabana africana puedan seguir haciendo su vida diaria con normalidad.
Por eso, se llegan a emplear desde radiadores hasta cañones de aire caliente, pasando por camas de calor y, también, caldos e infusiones calientes. Todo lo que haga falta para el bienestar animal ante unas coyunturas climatológicas del duro invierno que no son nada propias para las jirafas, elefantes o gacelas y el resto de animales que viven en el parque más salvaje de Valencia y que, desde que abrió sus puertas, ha recibido numerosos premios a la excelencia y que ayuda a numerosas especies en peligro de extinción a poder aumentar el número de estos animales.
Imágenes: Bioparc Valencia