Un momento de calma pero de nervios y de auténtica profesionalidad, ya que es un trabajo extremadamente artesanal, en el que la minuciosidad para mantener la composición y policromía de los diseños de las carrozas es muy importante. Hay algunos de los talleres que llegan a utilizar hasta 550 paquetes de crisantemos y varios miles de margaritas. Sin faltar el musgo y el guardalobo. En los centros florales destaca el uso de gladiolos, gerberas y rosas. Esta Nit de la Punxà se celebra en las calles de esta ciudad dentro de la ciudad una cena al aire libre abierta a todas las personas que quieran acompañar a los artistas y que continúa con una gran verbena.