Probablemente, la Tomatina puede ser una de las fiestas locales de la Comunitat Valenciana más populares del mundo. Y lo es por su particular tono rojo y por el hecho de producir una de las guerras más ácidas pero dulces del verano ha ayudado bastante a extenderla por el extranjero. Una fiesta que ya ha comenzado su contrarreloj, porque este 2019 se celebrará el miércoles 28 de agosto, tal y como manda la tradición pero… ¿Qué tradición? Seguramente muchos no sepan más que «quien va a Buñol, acaba teñido de rojo».
Por un capricho del destino, allí había un puesto de verduras que fue pasto de la multitud enfurecida: la gente empezó a tirarse tomates de unos a otros hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a aquella batalla vegetal. Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa.
Aunque la policía disolvió en sucesivos años la reciente tradición, los chicos, sin saber nada, habían hecho historia. La Tomatina fue prohibida a principios de los 50, cosa que no disuadió a sus participantes que llegaron a ser, incluso, detenidos. Pero el pueblo habló y la fiesta volvió a permitirse, uniéndose más participantes y tornándose cada vez más frenética. La fiesta fue, de nuevo, cancelada hasta 1957, cuando, en señal de protesta, se celebró e entierro del tomate: una manifestación en la que los vecinos portaron un ataúd con un gran tomate dentro.
Desde entonces, año a año crece el número de participantes y el entusiasmo por La Tomatina. El éxito ha llevado a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo. Si no te la quieres perder, compra ya tus entradas, a partir de 12,00 euros, y sobre este mismo enlace. ¡Querrás repetir experiencia!
Imágenes: La Tomatina (cc)