Los orígenes y años prohibidos de La Tomatina de Buñol

Es, probablemente, una de las fiestas valencianas más populares en todo el globo terráqueo, y es que su particular tono rojo y el hecho de producir una de las guerras más ácidas pero dulces del verano ha ayudado bastante a extenderla por el extranjero. Hablamos de La Tomatina, que se celebrará este 2018 el miércoles 29 de agosto, tal y como manda la tradición pero… ¿Qué tradición? Seguramente muchos no sepan más que «quien va allí, acaba teñido de rojo».

Pero lo cierto es que todo tiene su historia y parte popular, y en este caso, todo comenzó el último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes pasaban el rato en la Plaza del Pueblo para presenciar el desfile de gigantes y cabezudos y otros actos de la fiesta. Los chicos, dice la propia web de La Tomatina, decidieron hacerse un hueco dentro de la comitiva de un desfile con músicos, gigantes y cabezudos. El ímpetu de los jóvenes hizo que cayera un participante que, preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso.

Por un capricho del destino, allí había un puesto de verduras que fue pasto de la multitud enfurecida: la gente empezó a tirarse tomates de unos a otros hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a aquella batalla vegetal. Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa.

Aunque la policía disolvió en sucesivos años la reciente tradición, los chicos, sin saber nada, habían hecho historia. La Tomatina fue prohibida a principios de los 50, cosa que no disuadió a sus participantes que llegaron a ser, incluso, detenidos. Pero el pueblo habló y la fiesta volvió a permitirse, uniéndose más participantes y tornándose cada vez más frenética. La fiesta fue, de nuevo, cancelada hasta 1957, cuando, en señal de protesta, se celebró e entierro del tomate: una manifestación en la que los vecinos portaron un ataúd con un gran tomate dentro.

El desfile se acompañó con una banda de música que interpretaba marchas fúnebres y su éxito fue total. Finalmente se permitió la Tomatina y se instauró la fiesta de forma oficial. La fiesta comenzó a ser popular en el resto de España gracias al reportaje de Javier Basilio, emitido en el programa de Televisión Española Informe semanal en 1983.

Desde entonces, año a año crece el número de participantes y el entusiasmo por La Tomatina. El éxito ha llevado a que La Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo. Si no te la quieres perder, compra ya tus entradas, a partir de 12,00 euros, y sobre este mismo enlace. ¡Querrás repetir experiencia!

Imágenes: La Tomatina (cc)

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