Desde 1987 su trabajo va asociado al de Sanz (Cuenca, 1959), que desde muy joven inició su trayectoria profesional en el taller de los hermanos Sánchez y en la actualidad es secretario de la Cooperativa de Artistas Falleros. Ambos ya plantaron la falla grande municipal el año 2008, por lo que la del año que viene será su segunda falla en la Plaça de l’Ajuntament de València. En los últimos años, hemos visto a Latorre y Sanz con grandes monumentos en Na Jordana y Obispo Amigó – Cuenca, además de en la propia Plaza del Ayuntamiento en el año 2008, con un estilo más tradicionalista, aunque sufrieron un pequeño percance en su remate. El jurado ha seleccionado por unanimidad este proyecto que contará con la colaboración de un diseñador de renombre internacional, Okuda San Miguel (Santander, 1980), licenciado en Bellas Artes, con trabajos de arte urbano reconocidos desde 1997 y con una evolución desde 2009 que le llevan a unas estructuras geométricas multicolores muy características, en ocasiones catalogadas como surrealismo pop con esencia de la calle, y que tratan contradicciones sobre el universo, el sentido de la vida, la conexión entre las raíces y la modernidad o el capitalismo.
Respecto al proyecto seleccionado, Lluch ha destacado “su innovación” y que tras él “hay un profesional del renombre de Okuda”. Por su parte, Díaz ha afirmado que la falla de 2018 “rompe con la estética convencional y al tiempo no lo hace con los elementos de una falla”. Giménez ha valorado sobre todo “la composición, el estilo y el color”, además de las posibilidades que Okuda abre “para el reconocimiento del arte valenciano desde todo el mundo”, mientras que Doménech ha resaltado que el proyecto “da un paso más allá en las Fallas implicando artistas plásticos y falleros” y Alós ha valorado “la presentación de lo grotesco y la estructura piramidal y que revienta de color”.
Próximamente habrá un acto específico para la presentación pública del proyecto para la falla grande municipal del año que viene. Una falla que ha decrecido en interés de los artistas falleros, ya que el año pasado hubo cuatro propuestas diferentes, frente a las dos de este año. 175.000 euros es la cifra que costará el monumento de Okuda y Latorre y Sanz, y para el que no ha querido presentarse el taller de Manolo García, quien firmó los últimos cuatro monumentos en el Ayuntamiento de Valencia.
Imágenes: Latorre y Sanz