Lo mejor de Javier Garcerá se expone en el Centro del Carmen

garcera-004El Centro del Carmen de Valencia vuelve a vestirse de gala, y lo hace gracias a la exposición del artista Javier Garcerá Que no cabe en la cabezaun juego de palabras con el que el autor, natural de Puerto de Sagunto, vuelve a la capital del Turia para presentar al público una trayectoria artística y vital que le ha llevado por varias ciudades del mundo en los últimos años. La exposición ha permitido que un artista que ha realizado su carrera fuera de nuestro territorio valenciano, con gran éxito, tenga también en su tierra natal el reconocimiento que ese esfuerzo se merece y que, seguro, podremos empezar a vislumbrar gracias a este museo.

Y es que la muestra de Javier Garcerá es un ejemplo de las futuras exposiciones que podremos ver en la Sala Ferreres, una de las más bellas que tenemos en Valencia, y a su vez, una de las más complicadas por sus dimensiones y su singular arquitectura. La propuesta que Javier Garcerá ha planteado expresamente para la Sala Ferreres del Centre del Carme, seduce al espectador y le propone un doble juego: por un lado, reflexionar sobre qué es aquello que no cabe en la cabeza, que la razón no entiende, y por otro lado, les invita a sentir, mediante el uso de la luz, como principio y fin del color, incluso con el sonido, que podrá verse en la ciudad hasta el próximo 22 de enero de 2017.

garcera-002«Observado desde lejos, con una mirada rápida, parece que el lienzo sea monocromo», explica Garcerá quien invita al espectador a detenerse, ante sus cuadros de más de 5 metros de altura, a mirarlos desde cerca, y a caminar alrededor de ellos «en la proximidad, si verdaderamente prestamos atención a la obra, descubrimos un paisaje que además varía según nos desplazamos en el cuadro, con el juego de la luz». «Mi exposición habla del tiempo, pero no lineal, como una narración, sino del tiempo en profundidad, de la imagen que se desvanece, como en la vida, todo no es permanente. Nadie puede llegar a abarcar esta obra, porque cambia según la miras y según quién la mira».

«La apabullante conclusión a la que nos lleva el título de la muestra es que son infinitas las cosas y las cuestiones que no nos caben en la cabeza, que somos incapaces de entender, de comprender, de asimilar. Y sin embargo, es inmenso el poder que le hemos otorgado a esa singular cualidad humana», explica Juan Bautista Peiró, comisario de la muestra. Desde esta paradoja, profundamente asumida a lo largo de dos décadas, Garcerá ha ido diseccionando la compleja dialéctica que encerraba el paisaje como manifestación cultural del secular conflicto entre la Naturaleza que nos rodea y nuestra última e íntima naturaleza.

garcera-001Paulatinamente, ha ido focalizando su atención hacia interiores construidos y abandonados y finalmente hacia el espacio de trabajo, el estudio, también lugar de meditación, de reflexión, de creación. Con la luz, el sonido, y la pintura entendida en su sentido más personal, esta exposición apela a la experiencia individual del espectador, no sólo para que extraiga sus propias conclusiones, sino también para que pare el tiempo y se deje llevar, con todas sus consecuencias, por este espacio vital que trasciende los límites de la racionalidad.

Una instalación compuesta por tres grandes lienzos de seda de más de 5 metros de alto llenan la sala principal de la exposición como una arteria que une las diferentes etapas creativas del pintor. Con un montaje que respeta y que dialoga con la arquitectura de esta sala, la obra de Garcerá apela al diálogo directo con el espectador. Los títulos de las diferentes series que componen la exposición dan una idea del pensamiento del autor y de las diferentes dialécticas que plantea la exposición, por ejemplo: ‘De la sombra alumbrada’, ‘Take off your shoes’; ‘El rey de la casa’, ‘Si el ojo nunca duerme’, ‘La menor distancia’, ‘A 180 grados’, ‘Exhale-Inhale’…

La exposición revela también la importancia que Javier Garcerá le da a la materia (al lienzo), y a la pintura, entendida desde un concepto más amplio. Influenciado por su estancia en la India, Garcerá comienza a trabajar en lienzos de seda, erosionándola, para crear paisajes oníricos, o, como puede verse en sus últimos trabajos, tejiéndola e incorporando el sonido. Como explica el propio artista «‘Lo que no me cabe en la cabeza’ es aquello que no logro entender, y eso es precisamente lo que trato de que el espectador haga con mi obra, que no quiera entenderla, simplemente que se acerque a ella y la disfrute». No puedes perdértela.

Imágenes: GVA

4 Comments

  • Herbert Zayicek
    7 años ago Reply

    Me ha servido de mucho éste artículo, con permiso pasaré a compartirlo en mi fb con unos amigos que creo que les va a servir, muchas gracias por compartir esta nota con nosotros 😀

  • Duncan Rettke
    7 años ago Reply

    Muchas gracias por esta nota, me fue de demasiada utilidad, voy a compartirla en fb con uno de mis amigos que estaba buscando lo mismo que yo

  • Libby Tepezano
    7 años ago Reply

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  • Issac Maurizio
    7 años ago Reply

    la nota que publicaste me fue demasiado util, voy a aprovecharla y mandarsela a un amigo por fb que estaba buscando lo mismo, muchas gracias por compàrtir la data 😀

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