Si con la entrega pasada os quedasteis con ganas de saber más de la Valencia oculta y, por decirlo de alguna manera, criminal, aquí os dejamos un nuevo capítulo.
Son historias que han pasado de boca en boca, convirtiéndose en las leyendas o tradiciones orales que toda colectividad puede tener. En esta ocasión, nos acercaremos a las inmediaciones del Mercado Central, porque allí transcurren dos de nuestras leyendas. Comencemos.
UN COCODRILO EN EL MERCADO
EL PARDAL DE SANT JOAN
En cuanto a su leyenda, se dice que en las épocas de pobreza de antaño, muchos campesinos venidos del interior, bajaban a Valencia en busca de la prosperidad. Muchos venían con sus hijos menores, para intentar encontrar trabajo y así ser dos los que llevaran dinero a casa. A menudo, no lo conseguían y los padres, para liberar a los hijos de la situación de pobreza les decían: “¿Ves aquella bola de oro macizo que el pájaro de la veleta sosteniene con su pico? Pues mÍrala fijamente, porque en un momento dado la dejará caer y que la coja se podrá quedar con ella y será muy rico. Espera aquí, mientras yo hago compras en el mercado”. Dicho esto, mientras el pequeño miraba ensimismado, el padre se escabullía entre las paradas del antiguo mercado y desaparecía. El ingenuo niño se quedaba horas y horas mirando la bola y nunca caía, hasta que lleno de desesperación comenzaba a llorar y a correr entre las paradas buscando a su padre. Los comerciante estaban acostumbrados a ver aquella triste escena, por lo que no era raro que alguno de esos niños acabara en casa de alguno de ellos o en alguna familia acomodada que se apiadaba del niño.
Es triste esta historia, pero sin duda, el chiste de la revista “La Cotorra del Mercat” hará que se suavice. Resulta que en uno de los momentos de la citada comedia, dos de los personajes masculinos, uno más listo que el otro, están hablando. El más sabio le dice al segundo, “puja dalt del Tros Alt i voràs lo que li penja al Pardal de Sant Joan”. El otro, ingenuo él, hace lo propio y comenta que no ve nada. Así que, el otro en tono de burla, le responde: “Pero ¿com que no veus lo que li penja al pardal? ¡¡¡¡¡Puix la Bolseria!!!!!” (nótese el juego de palabras, ya que además de la calle que continua a la plaza del Tossal, también hace referencia a lo que podría colgar al pájaro de los Santos Juanes si fuera macho).
LA FINCA MALDITA DE TRES FORQUES
Tras este primer encontronazo con la muerte, el número 1 de Tres Forques ha visto morir hasta siete personas más por diversas causas, caídas por accidente, suicidios, sobre dosis de drogas… Lo que más llama la atención, el magnetismo que puede tener este inmueble con la muerte.
Y estas son algunas historias más de nuestra ciudad, que iremos desgranando durante este mes. Aún podemos contar más historias negras, de fantasmas o leyendas populares, porque el carácter valenciano ha hecho que estos relatos sean tan atractivos como históricos.
Imágenes: You Valencia