Eurovisión prohíbe, estrictamente, exhibir cualquier bandera que «no tenga un significado específico», esto es las banderas locales, regionales o provinciales (ejemplo que pusieron, la del País Vasco), aunque finalmente se aprobaran; las de «naturaleza política o religiosa», las que incluyan «lemas ofensivos, mensajes en un idioma diferente del inglés, que contengan mensajes comerciales o se refieran a territorios en disputa», como por ejemplo Kosovo o la región de Nagorno-Karabaj, una república con «soberanía discutida» entre Armenia y Azerbaiyán… Y que fue ondeada por la cantante de Armenia en directo en la primera semifinal.
En un comunicado oficial, publicado además en sus redes sociales, la UER, órgano de gobierno de Eurovisión, ha decidido «condenar enérgicamente el blandir la bandera de Nagorno-Karabaj durante la primera semifinal, considerando este hecho perjudicial para la marca Festival de Eurovisión«. De esta manera, y «de conformidad con las Reglas, se decide sancionar a la emisora de Armenia, la AMPTV, con una sanción que se determinará, a más tardar, en junio». El grupo de la organización ha querido señalar también que «una nueva violación del Reglamento podría dar lugar a la descalificación en el evento de este año o en las sucesivas ediciones» a Armenia o a cualquier otro país que realice idéntica «ofensiva».
De momento, tanto Armenia como Azerbaiyán están clasificadas para la final, aunque solamente Armenia parta como gran favorita, en el Top 10 de todas las casas de apuestas. ¿Afectará de algún modo esta polémica a la votación final? El sábado 14 de mayo conoceremos la respuesta. De momento, Iveta ha publicado en su perfil de Facebook un mensaje «de paz», reclamando que ella «representa sus pensamientos, sus emociones, a su corazón, a su Madre Patria, a Armenia» y que solo levantó la bandera porque ella es «internacional, y quería enviar un mensaje de paz, tal y como expresa mi canción».
Imágenes: Eurovision.tv