La camisa vaquera es tendencia: ¿Cómo combinarla?
La moda masculina sigue apostando este otoño-invierno por una prenda tan básica como especial, fácil de combinar pero que, en ocasiones, resulta todo un reto. Hablamos de las camisas vaqueras, que a priori pueden ser todo un aliado en cualquier estilismo sport / casual pero que pueden convertirse en nuestro peor enemigo si no tenemos claro cómo debemos llevarlas. Porque, como todo en la moda, conlleva diferentes tendencias, maneras de vestirla y, por supuesto, elementos con los que acompañarla. La camisa vaquera no es una prenda más. Puede ser la prenda. Y hay que aprender a utilizarla para convertirla en el epicentro de todo nuestro estilismo.
Para ello, vamos a tener en cuenta tres opciones de atuendo, tres maneras de vestir nuestra camisa vaquera según ocasiones y personalidades. En las tres variantes podremos tener la camisa abrochada hasta el final (ese botón pegado al cuello que hasta ahora sólo enfundábamos si vestíamos corbata) y, también, podremos arremangar nuestras mangas, bien dobladas y, siempre, por debajo del codo. Más arriba será prohibido. Ha quedado claro. Pasemos a nuestras sugerencias.
La primera de ellas es nuestra favorita, por ser máxima tendencia de temporada y por ofrecernos la versión más elegante: la camisa va abrochada y por dentro del pantalón. En este caso optaremos por una camisa vaquera de tejido más grueso y, a ser posible, de azul más oscuro. La podremos combinar con cualquier tipo de pantalón pitillo o talle recto (jeans, de algodón, negros, azules, mostazas o marrones) y, con la joya de la corona: un cinturón bien grande y ancho. Marrón, negro o gris serán las opciones preferentes, siempre de cuero o piel, y con una hebilla en metal. Al outfit le podemos añadir un pañuelo, gafas de sol, botas o zapatillas altas y cualquier bolso, bandolera o mochila. Triunfante.
La segunda opción es que la camisa vaya abrochada… Y por fuera del pantalón. Una idea mucho más dinámica y menos vestidora, para la cual exigimos que la camisa sea de talle muy estrecho y recto, de manera que nos estilice y no parezca que nos la ha prestado un familiar al que ya no le entra. Estas camisas vaqueras podrán ser de un color más claro y de tejido igualmente grueso, con pantalones rectos, chinos o pitillos y que podremos lanzarnos a usarlos de colores (rojos, verdes, granates….) con zapatillas mucho más deportivas y un estilismo más diurno.
La tercera idea incluye la camisa vaquera sin abrochar y, por extensión natural, por fuera del pantalón. Aquí nos convertimos ya en un atuendo muy casual, poco formal y desenfadado. Pero genial para ofrecer un toque más dinámico y sencillo, en el que podemos sumar básicos. Aceptamos todo tipo de pantalones, colores y formas, aunque si optamos por algún pitillo, mejor si bajo la camisa llevamos una camiseta de color neutro y sin estampado (blanca, negra, gris…) que podamos, igualmente, meter por dentro y con un gran cinturón. Si preferimos que la camiseta vaya por fuera, entonces nuestra sugerencia es que la camiseta sea más bien estrecha y corta, con una camisa algo más holgada pero sin que parezca una capa o saco. Y listos para salir a la calle. ¿Con cuál de los tres tips?
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