Admirar las estrellas, el cielo nocturno en sí, es algo que en Valencia ciudad no podemos hacerlo con demasiada facilidad. Sobre todo, por la contaminación lumínica de carteles, edificios, farolas y otras iluminaciones que, durante todo el año, nos dificultan bastante el poder tener un cielo más despejado. Pero en verano la cosa cambia, y es que la Ciudad de las Artes y las Ciencias se convierte en el mejor mirador del cielo durante la noche, para poder admirar el firmamento dos días a la semana, en los que el Hemisfèric es la mejor ventana al espacio.
Además, los espectadores exploran Saturno, sobrevuelan los anillos más famosos del universo, contemplan algunas de las lunas más extrañas del sistema solar o viajan a los confines del universo para descubrir una sobrecogedora visión de lo inconmesurable. Una auténtica fantasía que nos permite admirar el cielo como nunca antes lo hemos visto, alcanzando bastantes más kilómetros de lo que la vista nos deja habitualmente, y también el cielo valenciano.
Imágenes: Hemisfèric