Cierra la Casa Picó tras disfrazarnos en Valencia durante 120 años
Hay negocios que se convierten en toda una leyenda, símbolo de una ciudad. Y uno de ellos es la mítica Casa Picó, reina soberana de las casas de disfraces de toda Valencia, y casi punto de encuentro de todas aquellas personas que gustan de transformarse, no solo en Carnaval o en Halloween, sino también en despedidas de soltero y, por supuesto, durante los ejercicios de fiestas y comisiones falleras, clientes habituales de esta gran familia de tiendas, que actualmente ostentaba cuatro puntos de venta diferentes. Sin embargo, nada es eterno, ni siquiera esta casa, que ahora confirma su cierre definitivo.
El motivo principal es el aumento de gastos, ya que de las cuatro tiendas de Picó (en Alboraya, Burjassot y dos en la capital, en Arzobispo Fabián y Fuero y en la avenida Barón de Cárcer), en la inicial de todas ellas, situada en la antigua Avenida del Oeste, se les ha reclamado un pago por alquiler del doble de lo que habitualmente abonaban al propietario del bajo, que desde hacía unos años también ofrecía maquillajes y pirotecnia menor. Y al cuadrar números, el negocio no podía hacer frente a un gasto tan repentino y tan elevado. Y, el segundo motivo, que ha venido seguido del primero, ha sido la jubilación de su histórico empresario, Francisco Saurí.
Y es que, tal y como explica en exclusiva el diario digital Valencia Plaza, al tratarse de una jubilación, el negocio debe traspasarse en bloque (las cuatro tiendas en uno) o, en el otro lado de la moneda, también se debían bajar las cuatro persianas al unísono. De esta manera, Casa Picó cierra tras 127 años de historia, de aventuras, de celebraciones y de haber sido el todopoderoso abanico de disfraces y artículos de fiesta en Valencia. Este martes 15 de noviembre, la página web de la empresa ya ni siquiera funcionaba. Una triste despedida que afecta, sin duda, a los momentos más divertidos de Valencia. Hasta siempre, Picó.
Imágenes: Casa Picó – Alejandro Moratinos
