Contemplar los edificios más emblemáticos de Madrid desde el Faro de Moncloa; admirar el “finis terrae” desde la Torre de Hércules en A Coruña o divisar el Parque Natural de Chinijo y la Isla Graciosa en Lanzarote como lo hiciera César Manrique, son algunas de las panorámicas que Guía Repsol propone para descubrir ciudades desde otro punto de vista. Para disfrutar de espectaculares vistas mientras se saborean platos de altura, Guía Repsol nos invita a sentarnos a la mesa de restaurantes como Akelarre y divisar La Concha desde el Monte Igueldo en San Sebastián; relajarnos viendo la puesta de sol en el Wet Bar de Barcelona o admirar la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Vertical, Valencia.
Guía Repsol pone a prueba nuestro ojo de halcón y nos propone subirnos a los edificios más altos de las ciudades para verlas como nunca antes. Con las azoteas a nuestros pies y las nubes en la punta de los dedos, descubrimos la vida urbana desde las alturas. Torres, faros y miradores entre las que se encuentra nuestro Miguelete. Estructuras creadas por el hombre para disfrutar de una perspectiva diferente sin necesidad de dejar de pisar tierra firme.
Un cielo que casi podemos tocar en la torre del Miguelete, una construcción que se inició en pleno siglo XIV pero que no se finalizó hasta 1429. Dirigida por varios maestros de obra, dada su complejidad y largos años de construcción, en ella se involucraron ilustre como Andrés Juliá, José Franch, Martín Llobet y el constructor de las Torres de Serrano, Pedro Balaguer. De estilo gótico valenciano, tiene 51 metros de altura (los mismos que mide su perímetro) hasta su terraza, y 63 metros en total. Su forma es de prisma octogonal y a pesar de que originalmente era una torre exenta de la Catedral, quedó finalmente unida a ella a finales del siglo XV al prolongarse la nave central de ésta. ¿Todavía no has subido a conquistar el skyline de Valencia?
Imágenes: Guía Repsol – Wikipedia (cc)