Estampados de flores, tribales o motivos tropicales. Colores que van del blanco más intachable a otros de tonos más fuertes como el fucsia o el rojo. Aunque no dedemos perder de vista los colores pasteles que se unirán a los flúor para las más atrevidas.
Esta pieza es perfecta para el verano, ya que con él podemos incluso hacer un vestido o faldas, que pueden ser el modelo ideal para una noche veraniega. Por eso, vamos a ver cómo ajustarnos un pareo.
Si optamos el uso del pareo como vestido podemos colocarlo de dos formas, anudado al cuello o en palabra de honor. En la primera opción, solo tendremos que coger el pareo por dos de sus extremos y pasarlo por detrás de la espalda hacia adelante. Una vez a la altura del pecho, se cruzan los extremos y los anudados en la nuca. De esta forma conseguimos un vestido sencillo que podremos cerrar con un broche o aguja interior, para que no se abra demasiado. Si queremos que el vestido sea más corto, sólo bastará con doblar el pareo por la mitad y ya lo tendremos.
El pareo también podremos usarlo como falda, eso sí recuerda que con este tipo luciremos tripa, así que ponte a hacer abdominales como loca. Para anudar el pareo en forma de falda deberemos de seguir la técnica que hemos descrito para anudarlo como palabra de honor, pero lo ataremos en la cadera. Luego, a gusto de cada una, se podrá regular su altura. Pero si prefieres una falda asimétrica, dobla previamente el pareo en triángulo.
Sea como sea y lo lleves como lo lleves, el pareo es un must para la playa en cualquiera de nuestros veranos.
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