La sublime belleza de los frescos de San Nicolás

Valencia es ciudad de historia, tradición y fe. Cada rincón de la capital del Turia tiene cientos de años, de vida, de cultura. Un buen ejemplo es la iglesia de San Nicolás, que recientemente ha podido restaurar sus frescos y que, desde entonces, ha multiplicado sus visitantes, hasta recibir a más de 7.000 personas en menos de una semana. Es la atracción por el arte, por la profesionalidad de sus autores y por el culto a la religión. Tanto es así que esta parroquia ya ha sido denominada «la Capilla Sixtina» valenciana. Y no es para menos, porque solo hay que adentrarse en el templo para poder admirar su espectacular belleza, que ahora luce como nunca.

Al párroco Antonio Corbí le han valido tres años de trabajo y el empleo de las técnicas más avanzadas, ofrecidas por la Fundación Hortensia Herrero en comunión con la Universitat Politècnica de València (UPV). Solo ellos han podido sacar de nuevo a la luz el esplendor de sus pinturas, que reúne casi 2.000 metros cuadrados de arte, y que ha necesitado miles de horas de trabajo de todo un centenar de profesionales, que han ofrecido su mejor precisión para poder dar como resultado una maravillosa restauración que, según se ha destacado, es «la más importante realizada hasta la fecha a nivel internacional».

No en vano se han requerido 6.000 hojas de papel japonés para poder fijar las pinturas, otros 10.000 litros de agua destilada, 500 pinceles y hasta 100 kilogramos de algodón. Un proyecto colosal de casi cinco millones de euros que ha destinado para la ocasión la Fundación Hortensia Herrero, y diseñado originalmente por Antonio Palomino, entre los años 1694 y 1701. La restauración, además, ha permitido renovar y habilitar las capillas, fachadas y vidrieras de toda la parroquia de San Nicolás.

Aprovechando la exhibición e interés por sus frescos originales, la iglesia ha querido además organizar unas conferencias para los martes 23 de febrero y 1 de marzo que contarán, respectivamente, con el presidente de la comisión diocesana de Patrimonio Histórico-Artístico, Jaime Sancho, y de la catedrática Pilar Roig, directora del Instituto de Restauración de la Universidad Politécnica de Valencia, encargado de las obras. Igualmente, desde el final de las obras, la parroquia ofrece en el mismo templo una exposición sobre el proceso de obras con paneles explicativos.