Segunda gala de Maestros de la costura en Televisión Española y, de nuevo, los enfrentamientos entre los concursantes parecen enturbiar de nuevo un taller con miras a la alta costura, pero con bajeza de actitudes entre ellos. En la prueba por equipos, el programa decidió cambiar al jefe de taller del grupo verde por el del naranja, haciendo que Anastasia, de Kazajistán pero que vive en Valencia, intercambiase su rol con Rosa, la sevillana que, de momento, más aplausos recibe por parte del jurado. Esto no gustó a ninguno de los dos grupos, que lejos de tratar de asimilar el cambio, malgastaron varios minutos en enzarzarse y comprobar que el cambio no beneficiaba a ninguno de los dos equipos formados inicialmente.
El tercero de los valencianos, Lucas, se veía en la cuerda floja, tras perder su equipo, y tener que enfrentarse a esta ronda final en la que uno de los concursantes se iría definitivamente a su casa, dejando el taller con otro aprendiz menos. La prueba que propusieron para esta fase de eliminación no parecía difícil. Tenían que crear una prenda de ropa, la que quisieran, a partir de un mono de trabajo, sin que pareciese un mono de trabajo, y con diferentes elementos superpuestos.
El resultado final fue «un cuadro. Nos has presentado un delantal, todo por delante y nada por detrás», le espetaron los jueces del programa, Lorenzo Caprile y Palomo Spain, mientras que María Escoté tampoco se atrevía a defender más la propuesta de Lucas, muy por debajo del nivel de sus compañeros. Una pieza que apenas estaba cosida y que, desde luego, ofrecía un toque de bondage, pero tampoco parecía estar ni terminada ni pensada para ello. Como era de esperar, Lucas fue el segundo expulsado de Maestros de la costura, ante la decepción y la tristeza de sus compañeros, quienes le habían cogido el mismo cariño que los espectadores.
Imágenes: Maestros de la costura – Lucas