Y es que la muestra tiene dos sedes pero un mismo hilo conductor que reconoce la evolución artística de Pinazo Camarlench, que transitó de la tradición pictórica a las técnicas modernistas, centrada en una amplia gama de retratos que pintó desde finales del siglo XIX hasta su muerte en 1916. En el Museo de Bellas Artes se expone la exposición ‘Pinazo. La historia y el retrato. De la gran tradición al modernismo‘. Esta propuesta incluye 79 obras que pertenecen, por una parte, al ciclo evolutivo de su pintura histórica y, por otra, al ciclo biológico de la imagen del pintor desde la tradición hasta el modernismo.
La muestra ha servido de reclamo para atraer visitantes al Museo de Bellas Artes, de hecho, durante los meses de octubre y noviembre, 27.172 personas se acercaron a las instalaciones del museo, cifra que supera los 22.446 visitantes que se registraron en el mismo periodo del año pasado. Las dos piezas principales que requieren la atención de los visitantes son ‘Últimos momentos del rey don Jaime’ (en la versión que fue premiada en la Exposición Nacional de 1881 y que es propiedad del Museo del Prado) y ‘Santa Mónica’ también conocida como ‘La Caridad’ (perteneciente al MNAC), que son exhibidas por primera vez en Valencia.
En esta exposición sobre Ignacio Pinazo han colaborado con la cesión de obras el Museo del Prado, el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), la Diputación de Valencia, la Casa Museo Pinazo, el Museo Sorolla, el Ayuntamiento de Godella, el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, el Círculo de Bellas Artes de Valencia, Lo Rat Penat, el Museu Municipal d’Alzira y coleccionistas privados, además de los fondos del propio Museo de Bellas Artes de Valencia y de la Fundación Bancaja.
Imágenes: Ignacio Pinazo