El próximo lunes 24 de junio se celebra San Juan, y no hay lugar más especial para hacerlo que Alicante, que estos días vive su fiesta grande de Hogueras, una fiesta en la que los tópicos, especialmente en Valencia, llegan a cualquier conversación. A veces, con menos fortuna que otra… ¿Son mejor fiesta las Fallas que las Hogueras? ¿Alicante ofrece más arte y diversión que Valencia? Parece ser el eterno debate de propios y turistas que, cada año, invade redes sociales y miles de conversaciones, que caen en los tópicos, en eso de «lo mío es mejor y punto» y en comparaciones obvias. Así que desde You Valencia queremos contaros este manual básico para diferenciar las Fallas de Valencia y las Hogueras de Alicante, para que podáis estar más informados y sepáis que, las dos, son fiestas maravillosas.
De hecho, las primeras ocasiones en las que se mencionan las Hogueras, lo hacen con el nombre de Fallas. Sin embargo, la fiesta alicantina ha evolucionado mucho desde entonces. Sobre todo, en el monumento: No es lo mismo una falla que una hoguera, y eso sabe reconocerlo todo el mundo. Ambas son puro arte plástico (de cartón piedra y madera, pero nos entendéis), realizado por artistas falleros o constructores de hogueras, durante todo un año en sus talleres.
Eso sí, las fallas tienden a ser más realistas, con formas más redondas y una pintura más clásica; mientras que las hogueras son puro volumen, geometría y líneas estilizadas aunque también rococó. La pintura de las hogueras suele ser más llamativa, flúor y extravagante, más propia también de un mes de verano. Ambas contienen sátira y crítica, si bien las fallas son las que apuestan más por una caricatura y un tono más irónico o burlesco.
¿Cuándo suceden? Esta diferencia es básica, y se debe, de nuevo, al origen: las Fallas de Valencia tienen lugar en marzo, justo antes de la primavera, y tienen su día grande el 19 de marzo, día de San José. Las Hogueras de Alicante, en cambio, comienzan poco antes del verano y lo viven en sus primeros días, teniendo su fecha referente el 24 de junio, San Juan.
¿Cómo terminan? Las Fallas de Valencia suelen tener un final muy apoteósico, con diferentes castillos de fuegos artificiales en las diferentes comisiones, que preceden a la «última» cremà gobernante, la del monumento municipal. La cremà valenciana convierte las llamas en un renacer para un nuevo año pero también en un motivo de despedida, de auténtica tristeza. Los falleros tienen diferentes «ritos» para terminar su cremà, pero siempre prima un ambiente más calmado.
En Alicante, las Hogueras llegan a su fin con una Palmera Monumental lanzada desde lo alto del Castillo de Santa Bárbara, que da pistoletazo de salida a todas las cremàs y que tienen una auténtica banyà durante este proceso, en la que los bomberos refrescan y riegan de lo lindo a todos los asistentes, que terminan, necesariamente, en un ambiente muy jovial y festivo, con muchos jóvenes citándose y recorriendo distintas hogueras para poder mojarse a gusto; y es que el tiempo acompaña.
No es lo mismo casal… que barraca o racó. Y, por tanto, la fiesta tampoco es igual. En Valencia veremos muchas comisiones que hacen sus fiestas diarias y nocturnas al aire libre, otras dentro de sus casales, y muchas también dentro de sus carpas. En Alicante, en cambio, es más frecuente ver barracas o racós especialmente adornados y cercados con vallas, donde la vida diaria llega incluso a tener catering en algunas de ellas, mientras que otras son más dadas a la autolimpieza y servicio.
Además, las barracas y racós también terminan quemando sus portadas, hechas igualmente con material de hoguera, y dependen de una Hoguera en sí, por lo que hay más tipo de fiesta y asociación que en Valencia, que se limitan todas a ser Falla.
Si se os ha abierto el apetito, ya sabéis: Alicante y Valencia os esperan con los brazos bien abiertos. Y listas para disfrutar de sus mejores fiestas y de todo su arte y esplendor. ¡Vivan las Fallas y vivan las Hogueras!
Imágenes: You Valencia – flickr – Wikipedia (cc)