Así que, un año más, los pequeños y pequeñas valencianos, y más de uno que no es tan pequeño, vuelven a disfrutar de la noria, del túnel del terror, de la montaña rusa o del canguro saltarín, típicos de la feria de Navidad que no faltan en cada cita con las atracciones.
Tanto es así, que incluso las tómbolas vuelven a repartir sus boletos entre los visitantes a la feria y este año de una forma más extensa, ya que toda una calle de la feria está dedicada a este tipo de atracciones, junto a las de pim pam pum y las que ofrecen la posibilidad de conseguir regalos con un sencillo chute a portería o la pesca de patitos.
Hasta el domingo 22 de enero, en la calle Juan Verdeguer, enfrente de la antigua terminal de pasajeros del Puerto de Valencia nos esperan las atracciones de la Feria de Navidad. Un emplazamiento que ya es tradicional, pero que se suma a la lista de lugares donde ha estado puesta. Como el centro de Valencia en años de principio de siglo XX o en la calle Castellón antes de su total urbanización.
Nos ofrece la posibilidad de pasar todo un día y poder comer o cenar gracias a los mesones instalados con cocina en vivo, en las tradicionales planchas de tamaño gigantesco, o incluso llevarnos a casa un buen dulce gracias a las manzanas de caramelo, el coco fresco o los sempiternos algodones de azúcar.
Imágenes: You Valencia