El parque Gúlliver de Valencia crece un poco más

Gulliver 002Símbolo de toda una generación, El parque Gúlliver ha crecido este año. Y no es que el señor tumbado haya aumentado su tamaño, sino que está de celebración, y continuará su fiesta durante este 2016. Porque la zona de juegos infantil más grande de Valencia cumple 25 años como núcleo de diversión, de felicidad, de alegrías y de todo tipo de fiestas de los más pequeños de la casa. El 29 de diciembre de 2015, el personaje de la novela de Swift sopló sus primeras veinticinco velas, que será la primera tarta de muchas otras que, esperamos, llegarán para el disfrute de muchos más valencianos y turistas.

Es el parque más gigante de la ciudad, con 60.000 metros cuadrados de ocio sinfín. Artistas falleros, dibujantes y un arquitecto hicieron posible esta magnífica obra de arte y de juegos, que se encuentra enmarcado en el antiguo cauce del río Turia y que, desde sus inicios, se hizo famoso por sus grandes y largos toboganes, sus rampas y escaleras, y por representar a este célebre Gúlliver, por el que han subido y bajado generaciones enteras de valencianos, convirtiéndolo año tras año en uno de los lugares más visitados de la capital, gracias, además, a que su entrada, aunque acotada, es completamente gratuita.

Gulliver 001Y es que, un cuarto de siglo después de su inauguración, Gúlliver sigue descansando en este parque, con su figura de 68 metros de largo y otros 7 de alto, en una de las obras de ingeniería y arquitectura más ingeniosas de la ciudad, realizada por el arquitecto Rafa Rivera, con dibujos del diseñador valenciano Javier Mariscal. Ambos imaginaron este «río de niños» en el que los toboganes, las rampas y la felicidad más infantil se hacían a tamaño de gigante, con este personaje novelesco que tantas adaptaciones ha tenido. Colaboraron en este proyecto el artista fallero Manolo Martín, y también el dibujante Sento Llobell, haciendo posible cada centímetro de este gran espacio y que contaba -y contará- con una maqueta de la ciudad de Valencia en su interior, y que se restaurará «próximamente».

Gulliver 003Desde su construcción, el Gúlliver supuso mucha innovación en materiales, en la incorporación de una estructura con referencia fallera, en la utilización del talento que tenía y tiene la ciudad de Valencia, con un presupuesto de 220 millones de las antiguas pesetas; 1,3 millones de los euros actuales. Un resultado que se incluye por obviedad en el patrimonio cultural e histórico de la ciudad, y que supone un paréntesis perfecto en el espacio urbano de Valencia, pero que queda perfectamente encajado en el buen ambiente y en el panorama lúdico e infantil de la ciudad.

Imágenes: Junta Central Fallera – (cc)

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