Todos tenemos una, o varias, historias de amor a lo largo de nuestras vidas. Algunas son casi de película, como esos besos que también recordamos de nuestra primera pareja, de aquella persona que tanto nos gustaba en el instituto, de nuestro día de boda… Como besos de película, o eso queremos creer. Pero es que, ¿qué sería de esos besos sin la teatralidad y las emociones creadas por los efectos musicales que han acompañado a algunos de los ósculos más bellos de la historia? Repasando besos, Alfonso G. Aguilar, compositor y emprendedor de la compañía de audiobranding, Sounditi, ha querido hacer un repaso por los besos más sonoros de la historia del cine. Porque toda historia de amor tiene su propia banda sonora.
Con faldas y a lo loco (1959). La sensualidad del momento unido a la maestría en la composición de Adolph Deutsch, hicieron que la música que acompañaba a Marilyn Monroe y Tony Curtis convirtiera esta escena en una de las más recordadas del cine clásico. Una auténtica obra de arte a la hora de incluir al espectador en la historia.
Desayuno con diamantes (1961). Cuando un corazón se rompe siempre hay alguien dispuesto a ayudarle a recomponer los pedazos de tan maltrecha alma. Moon River de Henry Mancini da vida a una de las escenas que más han hecho por los amantes de todo el mundo, demostrando que el amor todo lo puede.
La princesa prometida (1987). Todas las historias de amor deberían terminar con un beso así, con una banda sonora original, una mirada intensa y “uno de los besos más apasionados y auténticos del panorama cinematográfico”. Mark Knopfler y su I will never love again nos consigue trasladar a ese mundo épico en el que el beso es el reconocimiento del prometedor futuro que le aguarda a esta pareja.
Ghost (1990). ¿Quién no ha soñado con un amor para siempre? ¿Y con uno que continúe incluso, tras la muerte? Righteous Brothers consiguió precisamente eso. Unchained Melody nos demostró que se deben tener sueños, esperanzas y ante todo, sentimientos sempiternos.
Mi chica (1991). El primer amor nunca se olvida, y el primer beso queda impregnado para siempre en los labios de los enamorados. La infancia y su melodía ilusionante hizo de esta pequeña pareja, protagonizada por Macaulay Culkin y Anna Chlumsky, un modelo para un primer beso de película. Aunque no coincida con este momento, lo cierto es que My Girl, de The Temptations pasará a la historia como una de las canciones más tiernas del cine.
Titanic (1997). Si desde el principio este film nos transporta gracias a su escenografía y música a principios del siglo XX, lo cierto es que ese beso cargado de pasión entre un jovencísimo Leonardo Di Caprio y la consolidada Kate Winslet hizo que todos quisiéramos viajar y convertirnos en los “reyes del mundo”. La potente voz de Celine Dion en My heart will go on hizo que esta canción se convirtiera en una de las más reconocidas y tarareadas.
Spiderman (2002). Aunque no sea la típica comedia romántica, lo cierto es que la acción pasa a un segundo plano cuando Kirsten Dunst levanta la máscara del arácnido más famoso de la historia para besar a Tobey Maguire. La suave melodía a cargo de Danny Elfman que recoge la escena nos transporta a un mundo de superhéroes en el que los buenos siempre ganan y el amor vence a cualquier adversidad.
Apasionados, arrebatadores, tiernos, primerizos o indecisos, pero todos de película y con una banda sonora digna de ser recordada… ¿Qué besos recuerdas mejor?
Imágenes: Wikipedia (cc)