De esta manera, los numerosos visitantes de diversas procedencias que recorrían Bioparc han podido contemplar estas actividades especiales y seguir la ruta que se había establecido. Así, mostraban su sorpresa al observar al grupo de chimpancés y, en especial, a sus hembras trepar por los troncos para conseguir sus “golosinas”; a la familia de gorilas donde la pequeña Virunga disfruta de su primer verano con helados; al macho de elefante engullir un jugoso helado gigante después de refrescarse tirándose agua con su trompa; a las leonas lamiendo la carne helada y al león degustar tranquilamente la porción que había seleccionado; y a los lémures que descansaban a la sombra en las ramas de los árboles brincar a la hierba guiados por el olor de las viandas que su cuidador les dejaba.
Bioparc Valencia en cada época del año adapta sus protocolos alimenticios a las necesidades de cada tipo y especie animal, ya que el objetivo del equipo técnico es garantizar el bienestar de los animales. Así, al margen del cuidado veterinario, es necesario paliar el calor e implementar disposiciones específicas como parte del enriquecimiento ambiental. Dentro de estas actuaciones de verano para mitigar el excesivo calor, en Bioparc Valencia se refrescan las instalaciones con el suministro de una lluvia fina varias veces al día que agradecen los habitantes de la sabana y el bosque ecuatorial, “duchas” especiales para elefantes o rinocerontes y la creación de charcos de barro donde les encanta revolcarse.
Los recintos cuentan con zonas sombreadas naturalmente y prácticamente todas las especies recurren a los chapuzones o baños en los ríos, lagos o charcas que tienen todos los hábitats. Es característica del parque la estampa de los elefantes disfrutando de un baño bajo la cascada o a los búfalos rojos y potamóqueros compartiendo la ría en el claro del bosque.
Imágenes: Bioparc Valencia